Archivo de la categoría: administración

Simplificar la vida

Todos decimos que tenemos una vida muy complicada. Tenemos mucho trabajo. Muchos frentes abiertos. Muchas cosas que hacer a la vez. Y entre tanta barahúnda nos surge de dentro un deseo: simplificar la vida, tener una vida más sencilla y más fácil. Más organizada y más tranquila. Esto es también un anhelo válido y legítimo en el campo de la administración, de la economía. Si algo se puede hacer de una manera más sencilla y fácil, ¿por qué hacerlo de la manera más complicada? Seguir leyendo Simplificar la vida

Lo urgente y lo importante

Van a decir que hablar de lo urgente y lo importante, tema de esta entrada al blog es algo superficial, que no entro en temas de administración real y concreta. Pero no he podido evitar, estos días en que estoy dedicado a repasar y cerrar contabilidades del 2016 y abrir las nuevas del 2017, a ver si todo cuadra, a preparar los impresos de los presupuestos y zarandajas por el estilo que me llevan mucho tiempo, acordarme de Mafalda. Seguir leyendo Lo urgente y lo importante

Propósitos para el nuevo año

Termina 2016 y comienza 2017. Es tiempo de hacer propósitos, de revisar lo que hemos hecho regular, o sencillamente mal, este año y ver cómo podemos mejorar para el año siguiente. Esto vale para la familia, para la comunidad, para la espiritualidad y también, por qué no, para la economía. Aquí van unas cuantas sugerencias para proponernos hacer en este 2017 que ya está aquí. Seguir leyendo Propósitos para el nuevo año

A vueltas con el “patrimonio estable”

El tema del “patrimonio estable” sigue dando que pensar a muchos ecónomos y gobiernos religiosos. No podía ser de otra manera dado que es una exigencia que nos viene de la misma Santa Sede. Es un tema nuevo, abierto. Me dicen que uno de estos meses va a haber otra reunión en Roma, organizada por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y la Sociedades de Vida Apostólica, dirigida a ecónomas y ecónomos generales donde se concretará lo que ya se anticipaba en el documento de 2014 Líneas orientativas para la gestión de los bienes. Señal de que no está todo dicho ni todo claro. Seguir leyendo A vueltas con el “patrimonio estable”

¿Dónde anotamos lo que no ganamos? ¿Y lo que no ahorramos?

A final de año hacemos las cuentas, metemos todos los datos en la contabilidad, y tratamos de evaluar el resultado del año. Si es positivo, nos sentimos contentos. No pretendemos grandes ganancias. Es suficiente con no perder dinero y que sobre un poco para aportar al gobierno general de nuestras instituciones o ahorrar para cuando vengan momentos de dificultad. Si es negativo, miramos y remiramos las cuentas a ver dónde puede estar el problema pero sin preocuparnos demasiado, que para eso está el sobrante del año anterior. Pero quizá todavía se puede hacer algo más.  Seguir leyendo ¿Dónde anotamos lo que no ganamos? ¿Y lo que no ahorramos?

Los institutos religiosos no somos una empresa (y 2)

Decíamos en la anterior entrada de este blog que no somos una empresa. Y es verdad. No tenemos como finalidad maximizar los beneficios que se distribuirán entre los propietarios/accionistas. Lo nuestro es evangelizar de muchas y variadas maneras. Pero al menos hay dos puntos en que, aun no siéndolo, lo parecemos mucho. Seguir leyendo Los institutos religiosos no somos una empresa (y 2)

Los institutos religiosos no somos una empresa (1)

Estoy seguro de que todos los que nos dedicamos de una forma u otra a la economía en los institutos religiosos hemos oído muchas veces esta afirmación: No somos una empresa. Nos la dicen nuestros hermanos y hermanas con un cierto retintín. Quieren recordarnos que lo nuestro es “otra cosa”, que no podemos pretender poner las preocupaciones de tipo económico entre las primeras o más urgentes de la agenda del instituto. Nos recuerdan que hay otras urgencias –pastorales, evangelizadores, humanitarias– mucho más importantes y que priman sobre las económicas. A más de un general y/o provincial se lo he oído decir. Seguir leyendo Los institutos religiosos no somos una empresa (1)

¿Y cuándo no se tiene dinero? Administrar la escasez

Estoy seguro de que los lectores habituales de este blog han entendido perfectamente la idea de las dos últimas entradas: cuando se tiene mucho dinero existe la tentación de administrar mal porque fácilmente nos dejamos dominar por la idea de que los recursos son tantos que parecen inagotables. Pero soy consciente de que no todas las congregaciones tienen esa tentación.  Seguir leyendo ¿Y cuándo no se tiene dinero? Administrar la escasez

Tener dinero puede ser un problema (y 2)

Me van a permitir que insista pero es que éste me parece que es uno de los problemas graves que tenemos en la administración. En los tiempos de vacas gordas nadie piensa en ahorrar, en administrar bien. Parece que sólo cuando llegan las vacas flacas, los tiempos de crisis y caída libre, se nos ilumina la mente y caemos en la cuenta de que los recursos son escasos y hay que administrarlos con mucho cuidado evitando todo despilfarro. Seguir leyendo Tener dinero puede ser un problema (y 2)

Tener dinero puede ser un problema (1)

Anda medio mundo buscando hacerse rico de cualquier manera y voy yo y digo que tener dinero es un problema. Pues cada vez me convenzo más que sí, que tener mucho dinero es un problema que afecta mucho a la buena administración. Y que es un problema que afecta a más de una congregación. En otras palabras: cuando hay mucho dinero aparece la tentación de hacer una mala administración, de derrochar. El problema se siente menos porque… “como hay mucho dinero”. Seguir leyendo Tener dinero puede ser un problema (1)

Planificar a medio y largo plazo

Administrar significa distribuir los recursos (siempre escasos por definición) entre las necesidades (siempre muchísimas también por definición). Al fin y al cabo eso es lo que hacen los padres cuando van a la compra y tienen que distribuir sus escasos recursos (el dinero que lleva en la cartera) entre las necesidades tan variadas de los miembros de su familia, ellos mismos y sus hijos. Las necesidades son múltiples. Hay que comprar ropa. A unos les hace más falta que a otros. Hay que comprar alimentos. Hay que atender a los diversos gastos fijos de la casa (electricidad, gas, agua, seguros…). Hay que apartar dinero para el dentista… Seguir leyendo Planificar a medio y largo plazo

El arte de informar

Doy por supuesto que la mayor parte de mis lectores son administradores o lo han sido o lo serán. O quizá leen este blog por afición –hay aficiones muy raras–. Pero de lo que estoy seguro es que a todos en algún momento les ha tocado informar o recibir informes de tipo económico. Y que, más de una vez, los hemos dejado de lado porque tanto número se hacía imposible de digerir. Seguir leyendo El arte de informar

La castidad y la economía

Estaba dando una charla a un grupo de religiosas y en medio de la charla saltó el tema de la relación con los proveedores. Y se me ocurrió hacer un comentario sobre la relación entre el voto de castidad y los proveedores. Dije que por el voto de castidad, religiosos y religiosas no nos casamos. Pero que no se trata sólo de que renunciemos a formar una familia. Habría que ampliar la perspectiva y decir que en un cierto sentido no nos casamos con nadie. Y mucho menos con los proveedores. Seguir leyendo La castidad y la economía

Economía en tiempo de Pascua

El otro día estuvo hablando conmigo uno de mis sobrinos más jóvenes.  No sabe mucho de nuestra vida, de la vida de religiosos y religiosas, pero, cuando le conté algo, llegó a la conclusión de que éramos comunistas. La razón fundamental: que todos los bienes los ponemos en común. Bien pensado, tiene razón. Somos una forma de vida que tiene mucho del ideal del comunismo marxista: una sociedad en la que todos trabajan para un fin común y en la que todos aportan según pueden y reciben según necesitan. Así que no le pude decir que hubiese llegado a una conclusión errónea. Algo de razón tenía. Seguir leyendo Economía en tiempo de Pascua

El ecónomo, ¿fuera o dentro del Gobierno?

De vez en cuando me llega la noticia de que una congregación religiosa, la mayoría ciertamente femeninas, ha decidido que la responsable de la economía no debe formar parte del consejo o gobierno provincial. Las razones aducidas suelen ser que es una función muy técnica. Al fin y al cabo el ecónomo o administrador lo único que tiene que hacer es llevar las cuentas. Y nada más. Hasta lo podría hacer una persona contratada, un laico. Seguir leyendo El ecónomo, ¿fuera o dentro del Gobierno?

Por un 2016 al servicio de la misión

Acabo de hablar con una amiga mía que, junto con otras personas, acaba de crear una nueva empresa. Hay una idea. Han juntado fuerzas y algo de dinero. Y están empezando. En estos primeros momentos todo son pérdidas. No sólo por la cuenta de resultados sino también por las horas sin medida entregadas a esa nueva aventura en la que se han metido. Como en toda empresa nueva, no están seguros de que si van a conseguir salir adelante. Pero de lo que sí están seguros es de que están poniendo toda la carne en el asador. Si no lo consiguen, no va a ser por falta de esfuerzos. Seguir leyendo Por un 2016 al servicio de la misión

Del “patrimonio estable”

A estas alturas cualquier administrador/a y/o ecónomo/a sabe ya que en el último documento de la Santa Sede sobre la administración de los institutos religiosos (Líneas orientativas para la gestión de los bienes en los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, de marzo de 2014) se habla del “patrimonio estable” que deben tener los institutos religiosos para salvaguardar su misión y vida futura. En el documento no queda demasiado claro lo que eso significa o implica. Pero sí queda claro que es un asunto importante. Tanto que se pide que cada instituto precise y determine qué bienes son afectos a ese “patrimonio estable”. Y que se introduzca en el derecho particular de cada instituto la necesidad de determinarlo. Seguir leyendo Del “patrimonio estable”

Una nube de asesores…

Vengo de las jornadas de administración que todos los años organiza la Confer. Y me traigo una impresión un poco extraña. Parafraseando a la carta a los Hebreos 12,1, diría que una nube de asesores nos rodea. En la sala había muchas religiosas, algunos religiosos (todo esto es lo normal, ya se sabe que los religiosos no necesitamos ir a cursos…) y también abundantes laicos y laicas, que son los que conforman ese grupo que son los asesores.

Nosotros somos sus clientes, ya en el bote o potenciales. Y ellos o están ahí cerca de sus clientes –es la oportunidad para contactar con muchos a la vez– o están a la caza. Es normal. Es su trabajo. No es la primera vez que escribo sobre ellos. Nos hacen falta. Son necesarios. Seguir leyendo Una nube de asesores…

Cambiar de “chip”. Superar las inercias

Ya sabemos todos que el “chip” es el motor, el centro, de cualquier ordenador. Cuando cambiamos de “chip” es casi como si cambiáramos de ordenador. La carcasa sigue igual pero por dentro el motor es nuevo. Aplicado a las personas, diríamos que significa cambiar de mentalidad, hacernos nuevos, acomodarnos a una nueva realidad, dejar lo antiguo. Pues bien, a religiosos y religiosas nos hace falta cambiar de “chip” y superar las inercias. Al menos, en este campo de la economía. Dejar las inercias, eso de “siempre se ha hecho así”, para empezar a pensar de otra manera, a buscar otras soluciones. Porque tiempos y situaciones nuevas exigen respuestas nuevas. Seguir leyendo Cambiar de “chip”. Superar las inercias

El cortoplacismo

“Cortoplacismo y cortoplacista, derivados de la locución a corto plazo, son términos adecuados en español, tal como indica la Nueva gramática de la lengua española, por lo que se escriben en redonda, sin cursiva ni ningún otro resalte.” Lo dice la Fundación del Español Urgente (www.fundeu.es/recomendacion/cortoplacismo-y-cortoplacista-terminos-adecuados-en-espanol/) y se nos aplica perfectamente a los institutos religiosos. Por lo menos, en este campo amplio de la economía y la administración. Y, a mi modo de ver, es uno de los problemas más graves que nos afectan.

Debe ser por haber hecho tantas meditaciones sobre la providencia de Dios y el abandono en su voluntad. Seguir leyendo El cortoplacismo

Nuestros asesores y sus consejos

Todos tenemos asesores. Hay en torno a los institutos religiosos una nube de empresas y de asesores que profesan, dicen, la mejor de las voluntades. Sólo quieren nuestro bien. Pretender aportar su perspectiva profesional, especializada. Son los que saben. Como es natural cobran según precios de mercado.

Seamos realistas. Necesitamos esas personas y/o esas empresas. La realidad fiscal, financiera, inmobiliaria en que nos movemos es suficientemente complicada como para no fiarnos exclusivamente de nosotros mismos, de nuestro criterio, de nuestra intuición. En muchas ocasiones eso no vale en la actualidad. Seguir leyendo Nuestros asesores y sus consejos