Archivo de la categoría: administración

De los otros siempre se puede aprender

He sido director de un colegio mayor universitario durante ocho años. Cuando llegué al cargo me encontré con que había ya una tradición de que los directores de los diversos colegios de aquella universidad, y los de toda España, se reunieran con una cierta periodicidad. A veces era para tratar algún tema, a veces eran unas jornadas de trabajo, a veces, los de la universidad, sólo para sentarse a comer juntos. Esas reuniones fueron durante aquellos años momentos muy buenos. Siempre tuve la oportunidad de aprender algo de los otros directores. A veces porque me gustaban sus ideas y copiaba en mi colegio lo que ellos ya hacían en los suyos. A veces también porque no me gustaban sus ideas pero, al escucharlos, me provocaban a la reflexión y terminaba viendo claro por donde debía caminar. Ciertamente, puedo decir que en aquellas comidas y encuentros siempre aprendí algo. Y eso fue bueno para mí y para mi colegio. Seguir leyendo De los otros siempre se puede aprender

Perder el miedo

A veces no entiendo muy bien a nuestra gente. No tenemos duda en buscar al proveedor más barato cuando se trata de comprar desde patatas hasta un mueble pasando por una casa. En todos esos casos, buscamos el precio más económico, damos muchas vueltas hasta que encontramos una buena relación calidad-precio. Es posible que alguna vez nos equivoquemos pero no será por no darle vueltas.

Y, sin embargo, cuando entramos en el tema del dinero, parece que nos quedamos paralizados. Debe ser que los bancos nos impresionan todavía, nos parece que son una especie de santuarios del dinero. O es que, simplemente, son la encarnación del mal. Y cualquier actividad que tenga relación con ellos está cerca de la especulación y la usura. Seguir leyendo Perder el miedo

Los sueños y la economía

En la semana de Pascua se celebró en Madrid, como todos los años se viene haciendo desde hace 44, la Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada. Ha sido una buena celebración para la vida consagrada en el sentido más amplio del término. Celebración de fiesta, de reflexión, de oración. Tengo la impresión de que religiosos y religiosas hemos pasado por unos años oscuros. Parecía que la misma iglesia nos daba ya por amortizados, como si fuésemos reliquias del pasado que no representan más que una carga molesta para la tarea siempre inmensa de la evangelización. Más de 800 religiosas y religiosos se han reunido y han visto que, a pesar de los años, hay mucha ilusión, muchas ganas, mucha capacidad. Seguir leyendo Los sueños y la economía

Informar de economía (y 2)

Hubo una vez que un ecónomo provincial me pidió que le ayudase a redactar la memoria para el capítulo. Ne le había llegado ningún guión. No sabía por dónde empezar. Tenía encima de la mesa todos los datos: balances y cuentas de resultados de los seis años de su gestión al frente de la economía de la provincia. Podía poner todo aquello junto pero…

Me senté al otro lado de la mesa. Sin papel ni bolígrafo. Simplemente le hice una pregunta: “¿Qué crees que es lo más relevante que ha pasado en la provincia en el aspecto económico durante estos seis años?” Con esa pregunta por delante comenzamos a ordenar las ideas. Seguir leyendo Informar de economía (y 2)

Informar de economía (1)

Cada vez que hay un capítulo hay que preparar una memoria económica de las actividades, de las comunidades, de la administración provincial… Son páginas y páginas de números y cuadros de Excel, columnas, filas, sumas… todo detallado. Lo mismo cuando hay que preparar los informes anuales que piden los gobiernos generales de nuestros institutos. Se ofrecen guiones exhaustivos con una miríada de datos para rellenar. El ecónomo provincial de turno necesita enterrarse en datos y papeles durante un tiempo para poder salir de la tempestad y presentar el informe a tiempo. Seguir leyendo Informar de economía (1)

Administrar no es sólo contabilizar

Hace ya muchos años, la primera vez que asumí el cargo de ecónomo de una comunidad, mi antecesor en el cargo me dijo al momento de entregarme las carpetas y documentos correspondientes –lo que en lenguaje taurino serían los trastos de matar– que en este mundo de la administración lo complicado no eran los números sino las personas.

Como llevo en esto muchos años, he podido constatar que tenía más razón que un santo. Los números son dóciles. Y hasta divertidos y relajantes. Una buena tarde, sin teléfonos ni reuniones, con un poco de trabajo de contabilidad por delante, lleva consigo un cierto descanso. Seguir leyendo Administrar no es sólo contabilizar

Las inercias del pasado

Alguna vez leí que la vida religiosa se había convertido en una especie de paquidermo, un enorme y pesado animal, muy lento y con mucha dificultad para cambiar de rumbo una vez que ha cogido una dirección. No es lugar para entrar en disquisiciones teológicas pero sí podemos decir que, al menos en el campo de la administración, la comparación no está mal traída.

Nuestras instituciones, congregaciones o provincias, tienen dificultad para cambiar de ruta, para tomar decisiones. Digo yo que influirá también lo de la edad. Con los años nos vamos haciendo todos más conservadores y menos creativos. El cambio nos asusta un poco y preferimos hacer las cosas como siempre se han hecho. Aunque en la práctica eso signifique un despilfarro enorme, una fuga de los recursos que son tan vitales para la misión a la que está llamado el instituto. Seguir leyendo Las inercias del pasado

Al servicio de la misión

Me estoy dedicando estos días a releer el documento dela CIVCSVA sobre la gestión de los bienes. La necesidad aprieta y estoy preparando una charla sobre el tema. Su lectura no lleva mucho tiempo. Apenas 30 páginas en pequeño formato. Por una vez, un documento de estos no se pierde en disquisiciones ni en teorías y va al grano. No podía ser menos al hablar de una cuestión tan práctica como es la administración de los bienes al servicio de la misión. Seguir leyendo Al servicio de la misión

Curso para ecónomos en el Instituto de Vida Religiosa

Este fin de semana se está impartiendo un curso para la formación de los ecónomos de institutos religiosos en el Instituto Teológico de Vida Religiosa. Está centrado en el tema de la administración de las actividades, inevitablemente en nuestros días, en misión compartida. Para decirlo en plata: en muchas de nuestras actividades, sobre todo en Europa, y dada la precariedad de personal propio, trabajamos codo a codo con laicos y laicas, que a veces comparten nuestro carisma y a veces no, pero con los que compartimos ciertamente una relación laboral.

Creo que han acertado con el tema. Es urgente repensar la administración de nuestras obras. No se pueden seguir llevando como se llevaban. Hay que profesionalizar su administración. Hay que profesionalizar las relaciones laborales. Hay que invertir dinero y personal en hacer conocer el espíritu que anima nuestras obras. Seguir leyendo Curso para ecónomos en el Instituto de Vida Religiosa

El dinero de los pobres

Decía un ecónomo provincial del que aprendí mucho que teníamos que mirar con todo el cuidado posible cómo gastamos los dineros de la congregación porque en realidad esos dineros son “los dineros de los pobres”. Se me quedaron grabadas esas palabras.

No se trata sólo de que me hiciesen una llamada a administrar cuidadosamente lo que tenemos, a no gastar para entendernos. Indicaba también tanto el origen de nuestro dinero como el destino final. Seguir leyendo El dinero de los pobres

Tarjetas de Crédito

Hay un asunto que estos días está dando mucho que hablar en España además del ébola. Es la publicación de los gastos de los miembros del Consejo de Administración de una Caja de Ahorros, intervenida en su momento por el Estado, realizados con las tarjetas de crédito que el banco les dio en razón de su cargo. Hoy mismo varios periódicos españoles publican una relación de los gastos. Incluyen el nombre del titular de la tarjeta, la fecha y hora en que se realiza el gasto, la cantidad y el nombre del comercio. Seguir leyendo Tarjetas de Crédito

Mis Primeras Palabras

Hace unos años me invitaron a participar en un congreso sobre doctrina social de la iglesia. Preparé un texto. Ya ni me acuerdo del tema. Fui allí, lo expuse y ahí quedó todo. Fue interesante escuchar otras voces y otras opiniones. Lo interesante llegó al momento de la publicación de las actas del congreso. Uno de los organizadores me llamó para decirme que había un problema con mi texto. Es que en un pasaje citaba a Karl Marx, diciendo aquello de que había dicho que la economía era la infraestructura de todas las estructuras de la sociedad humana. El problema no era exactamente la idea sino el citar a Karl Marx. Seguir leyendo Mis Primeras Palabras