Archivo de la categoría: economía

En resumen

Ha pasado un tiempo desde que empecé con este blog. Y ya entiendo que las ideas se van repitiendo un poco. Conviene resumir y, también, terminar con esta historia. Y para resumir y concluir se me ocurren dos ideas, que casi seguro se han ido encontrando en muchas de las entradas publicadas a lo largo de estos años.

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Inmovilismo

La vida está en continuo cambio. Cambia nuestro cuerpo. Cambia la sociedad. Pero nosotros preferimos pensar que estamos siempre en el mismo punto. El inmovilismo se convierte en la actitud dominante. Hay que hacer las cosas como siempre se han hecho. Ni siquiera se valora mucho si lo que siempre se ha hecho fue bueno cuando se empezó a hacer o si sigue siendo bueno ahora que han cambiado las circunstancias y nosotros y la vida misma. En el inmovilismo nos sentimos seguros.

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El principio de realidad

La vida religiosa tiene mucho de sueño, de utopía. Es bueno que sea así. Hay que soñar mucho con el Evangelio, con el Reino, como soñó Jesús, para ir haciéndolo realidad poco a poco en el mundo que nos rodea. Pero hay que esforzarse para que ese sueño no se convierta en una pesadilla. Al menos, desde el punto de vista del ecónomo. Y aquí es donde viene una de los servicios imprescindibles que el ecónomo debe hacer a su comunidad: poner sobre la mesa el principio de realidad, aterrizar los sueños para que se conviertan en realidades.

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¿Un Colegio es una Empresa?

“Cuando oigo decir que un colegio es una empresa, me pongo nervioso.” Conviene tener los oídos muy atentos para escuchar lo que se dice por ahí. A veces una frase dice mucho más de lo que dicen las palabras. Algo así me sucedió el otro día cuando escuché a un provincial decir la frase con la que empieza este comentario. Se refería, claro está, a los colegios concertados que tenemos religiosos y religiosas esparcidos por todas partes. Son en algunos institutos, por carisma y misión, la punta de lanza de su trabajo evangelizador. ¿Cómo puede alguien decir que son empresas? ¿Un colegio es una empresa?

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Controlar o servir

Uno mira a la historia y parece que el poder, el situarse por encima de los demás, ha sido una de las grandes tentaciones. Quizá en el fondo no sea más que una forma de buscar sentirse seguros. Nos gusta controlar lo que nos rodea, nos gusta que no haya imprevistos y que todo esté en orden. Y a veces, casi sin querer o sin darnos cuenta, pasamos de controlar las cosas a pretender controlar a las personas. Esto ha sucedido en la iglesia y fuera de la iglesia, en la vida civil, en los institutos religiosos y en los clubes de fútbol. Religiosas y religiosos no estamos exentos de esta tentación, que afecta de modo especial a los que tienen algún cargo, el que sea, en la vida religiosa. Es relativamente fácil caer en la tentación y pasar del servicio al dominio. Nos olvidamos de que lo nuestro es servir.

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La cuesta de enero

Tradicionalmente, se hablaba de la cuesta de enero. Después de los dispendios de las Navidades, las familias tenían difícil arrancar el nuevo año. La paga extra de Navidad se había volatilizado y el dinero estaba muy justito para llegar al fin de enero, hasta el día del cobro de la siguiente paga. Para más inri, hacía mucho frío y el cielo era gris y plomizo. Esto era tradicionalmente. La realidad es que hoy para muchas familias, la cuesta de enero se alarga muchos meses. En algunos casos hasta diciembre. Son las consecuencias de esta crisis económica, causada por el covid-19 y de las anteriores. Porque a algunas familias les llegan los efectos de la crisis sin haber tenido tiempo de recuperarse de la anterior.

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Navidad es servir

La Navidad está ya a la vuelta de la esquina. Celebramos el nacimiento de Jesús. Todos nos alegramos con la memoria de acontecimiento tan importante. Todos pensamos en lo que puede significar para nuestra vida. Diría que Navidad es servir. ¿En qué sentido? Muy sencillo. Dios se pone a nuestro lado para servirnos, para acompañarnos, para darnos esperanza, para facilitarnos la vida. Y todo eso tiene mucho que ver con nuestro servicio y ministerio como administradores.

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La que se avecina

Además del título de una serie cómica española, La que se avecina nos puede servir como título para esta entrada. La que se avecina es como el anticipo de lo que vamos a ver en enero o febrero cuando echemos una mirada a la cuenta de resultados de este 2020 de nuestras instituciones y de nuestras actividades. La que se avecina es tan terrible que o cambiamos nuestras inercias y dejamos de pensar y hacer como lo hemos hecho siempre o estaremos condenados a la desaparición porque no hay institución ni actividad que aguante impávida la que está cayendo y la que se avecina.

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Cambio climático

Estamos oyendo muchas voces que alertan sobre el cambio climático. Alertan sobre sus posibles consecuencias desastrosas para el futuro del planeta y de la misma humanidad. Insisten en que ese cambio está siendo provocado por la actividad humana y que, modificando nuestra forma de comportarnos (de producir, de consumir) podríamos evitar esas consecuencias negativas. Los institutos religiosos somos también parte de esta humanidad, vivimos aquí, producimos aquí, consumimos aquí. Y, además, decimos que queremos ser testimonio de un estilo de vida diferente: respetuoso con la vida y promotor de la fraternidad, que no otra cosa es el Reino del que habla el Evangelio y del que queremos ser testigos. Por eso, este asunto del cambio climático nos debería hacer pensar y, probablemente, provocar un cambio en nuestras actitudes y comportamientos.

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En equipo

Dicen que el hombre, el homo sapiens, fue capaz de desarrollarse y crecer hasta la situación actual gracias a que fue capaz de trabajar en equipo. Es decir, de colaborar y trabajar juntos para obtener mejores resultados. En lugar de arrastrar cada uno un tronco, descubrieron que era mejor llevar el primer tronco entre los dos, luego el segundo y así sucesivamente. Y que era mejor cazar en grupo que en solitario. La clave, pues, es trabajar en equipo. Religiosos y religiosas hablamos mucho de comunidad, pero a veces tengo la impresión de que nos cuesta trabajar en equipo.

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Nuestro granito de arena

Todos estamos muy preocupados con la ecología, con la destrucción del medio ambiente y con el intento de salvar este planeta que es nuestra casa común. Es verdad: no podemos hacer grandes cosas, pero sí que podemos aportar nuestro granito de arena a la causa común. Me refiero a lo que podemos hacer los administradores en nuestro trabajo concreto. Y es que una de los elementos de nuestro trabajo son los documentos. Papeles y papeles. La fotocopiadora/impresora está a veces echando humo de lo mucho que trabaja. ¿Qué podemos hacer para aportar nuestro granito de arena a la mejora del medio ambiente?

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Mantenimiento

De vez en cuando mi trabajo en la administración provincial me obliga a pasar por las comunidades de mi provincia y revisar con el ecónomo las cuentas. De paso, estoy con la comunidad e, inevitablemente, veo también la casa y cómo está de atendida. Hay algo que me preocupa en esas visitas. Y es que algunos de los administradores no terminan de entender bien la relación entre dos términos: austeridad y mantenimiento. Los dos términos tienen un corolario que es el término limpieza. Todos esos términos tienen alguna relación con la edad. Y prefiero no pensar que están relacionados también con otro término: desidia. Por eso me voy a centrar en los dos primeros: austeridad y mantenimiento.

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Palabras para pensar

Estamos en agosto. Ya sé que muchos de los lectores de este blog están en otras latitudes y agosto es un mes como cualquier otro. Pero el que escribe estas líneas está en España y en estas tierras agosto es un mes de parada nacional. Todo, o casi todo, queda aplazado para septiembre. Y todo el mundo piensa en tomarse unos días de descanso o, al menos, hacer una vida más relajada. Quizá quede tiempo hasta leer un libro o cosas parecidas. Quiero hacer mi aportación a ese relajo generalizado con unas palabras para pensar, unas frases que quizá nos hagan pensar en nuestro trabajo como administradores. Seguir leyendo Palabras para pensar

Discursos y realidades

A lo largo de toda la historia humana las palabras y los discursos han sido muy solemnes pero la realidad no ha acompañado siempre esas palabras y esos discursos. Los institutos religiosos no somos una excepción y no siempre la realidad acompaña a nuestros discursos. No quiero ser destructivo. Hay realidades enormes de generosidad, de entrega, de servicio. Pero también a veces hay una cierta falta de coherencia entre discursos y realidades. Seguir leyendo Discursos y realidades

Nuevos tiempos, nuevas oportunidades

De los desastres se suele salir. Vamos a esperar que sí. Pero no salimos como entramos. La situación ha cambiado y también nosotros tenemos que cambiar en nuestra forma de reaccionar ante las nuevas condiciones. A nuevos tiempos, nuevas oportunidades. En esta entrada quiero hablar de un instrumento financiero que nos puede ser muy útil y que podemos usar pero que, en general, no nos gusta usar o nos asusta usar o nos parece que no debemos usar. Me refiero al recurso al crédito como forma de financiar obras o inversiones que tengamos que hacer. A nuevos tiempos, nuevas oportunidades. Y hay que saber aprovecharlo todo, todo, al servicio de la misión. Seguir leyendo Nuevos tiempos, nuevas oportunidades

En tiempos de desastre

El título no es accidental: en tiempos de desastre. Lo que está pasando es realmente desastroso. El coronavirus no sólo va a matar porque es un virus muy malo que ya ha provocado muchas muertes. Está provocando una catástrofe económica tan enorme que posiblemente provocará muchas más muertes la crisis económica que la sanitaria. Y en tiempos de desastre hay que aplicar medidas urgentes, rápidas, novedosas, que se orienten a paliar en la medida de lo posible los efectos negativos que está provocando y que va a provocar en el inmediato futuro. Y los institutos religiosos no van a ser ajenos a ese desastre. Esta vez no. Nos va a tocar y muy de cerca. Seguir leyendo En tiempos de desastre

Religiosas Ecónomas

La mayoría de los lectores de este blog son mujeres. La mayoría son religiosas. La mayoría son ecónomas o administradoras. El domingo pasado hemos celebrado el Día Internacional de la Mujer. No puedo menos que dedicar unas líneas a felicitaros, a daros las gracias por vuestro trabajo, por vuestra entrega, por vuestra generosidad. Por dedicaros a un servicio que muchos no valoran adecuadamente pero que es fundamental e imprescindible para la misión y el carisma de vuestras instituciones. Ser religiosa ecónoma es una forma maravillosa de hacer reino, de construir fraternidad a base de servicio. Seguir leyendo Religiosas Ecónomas

La ley del trabajo

He estado haciendo un repaso de lo escrito hasta ahora. Son 118 entradas. He hablado de muchos asuntos y muy diversos. Todos relativos a la administración y la economía, como no podía ser de otra manera. Pero me he dado cuenta de que me ha faltado un tema que es clave, fundamental, básico: la ley del trabajo. O dicho en palabras de san Pablo, “el que no trabaje, que no coma” (2 Tes 3,10). Y sigue diciendo: “Hemos sabido que algunos de vosotros viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada. A estos mandamos y encargamos, por la autoridad del Señor Jesucristo, que trabajen tranquilamente para ganarse la vida” (2 Tes 3,11-12). Seguir leyendo La ley del trabajo

Invertir para ahorrar

En mis encuentros con los responsables económicos de las congregaciones religiosas aparece muchas veces una cuestión simple: se incrementan los gastos y disminuyen los ingresos. ¿Cómo se puede aguantar esa situación? ¿Cómo darle la vuelta? La idea de aumentar los ingresos aparece como una posibilidad muy lejana, casi utópica en el peor de los sentidos. Hay que atacar por el otro lado: disminuir los gastos. Pero aquí suele haber un conflicto: hay que invertir para ahorrar, hay que gastar más a corto plazo para gastar menos a medio/largo plazo. Es decir, para recortar los gastos, paradójicamente, hay que gastar. Invirtiendo tiempo y dinero. Seguir leyendo Invertir para ahorrar

Renta fija y renta variable

Estamos ante el gran dilema a la hora de las inversiones financieras. Entre la renta fija (las inversiones que no están sujetas a la volatilidad del mercado de valores sino que ofrecen una rentabilidad fija) y la renta variable (las acciones para entendernos) sometidas a los vaivenes del mercado y con posibilidad incluso en los momentos de crisis de perder valor, tendemos a pensar que lo más seguro es la renta fija. Porque uno de los criterios que tenemos claro a la hora de las inversiones financieras es la seguridad. Ponemos nuestro dinero en renta fija y ya no hay más de qué preocuparse. Seguir leyendo Renta fija y renta variable

Lo micro y lo macro

Hace poco estuve comiendo con un amigo que se mueve mucho en el asesoramiento de institutos religiosos en cuestiones financieras. Digamos que ya nos conoce desde hace tiempo. En un momento de la conversación hablamos de lo micro y lo macro. Me dijo algo así como “vosotros, los religiosos y religiosas, sois muy buenos en lo micro pero muy malos en lo macro”. Se refería obviamente al mundo de la administración. En su opinión nos manejamos muy bien en la administración de las pequeñas cosas, las compras de cada día. Ahí hacemos generalmente una administración cuidadosa, controlamos bien. Pero parece que en lo “gordo”, en lo grande, en lo macro, nos perdemos un poco. Seguir leyendo Lo micro y lo macro

De vuelta

Ya conocen el título de la película de James Bond: «Nunca digas nunca jamás.» Precisamente la película que llevaba ese título marcó la vuelta del personaje a las pantallas. Con mucha humildad, me voy a aplicar el cuento. Hace dos meses y medio publiqué lo que pensaba que iba a ser la última entrada en este blog sobre economía y vida religiosa. Y aquí me tienen de vuelta. Otra vez. Aunque ya les aviso a los lectores que va a ser una vuelta más relajada, sin dejarme esclavizar por la obligación autoimpuesta de publicar una entrada exactamente cada quince días como hacía antes.

Así que estoy de vuelta. Lo primero que quiero hacer es felicitar a todos ustedes por la Pascua recién celebrada. Ojalá eso de la resurrección llegué también a la economía aunque a veces me parece que es mucho pedir. Pero la esperanza es, debe ser, lo último que se pierde. Así que les deseo a todos que este tiempo de Pascua les llene de esperanza y gozo. Hay mucho trabajo por hacer pero poco a poco se irá haciendo este importante servicio que se nos ha encomendado en nuestros institutos.

Y como estamos en Pascua pues les mando un pequeño regalo. Les adjunto un archivo en donde encontrarán el texto de un artículo que voy a publicar próximamente en la revista «Vida Religiosa». Como anticipo especial para mis lectores. Y si les puede ayudar en sus trabajos, pues qué bien. Que para eso estamos, para servir.

ALLÁ VA LA DESPEDIDA

Todo lo que empieza tiene un final. Y también este blog llega a su final. Está que escribo ahora es la entrada número 114. Ya está bien de hablar de estas cosas de la administración que, para decir la verdad, da la impresión de que a muchos, ¿la mayoría?, les resultan indiferentes. Claro que esa misma mayoría protestará si no tiene la comida a su tiempo, o el médico o la electricidad o cualquier otro de los recursos económicos que nos hacen falta para vivir y para llevar adelante la misión. ¡Cosas de la vida! Seguir leyendo ALLÁ VA LA DESPEDIDA

Unificar

Vivimos en un mundo globalizado pero los institutos religiosos parece que se empeñan a veces en vivir en el pasado. Queremos que cada comunidad haga su guerra y sus compras y sus negocios. Para como decía en el blog anterior, respetar la autonomía de las comunidades. Así que vivimos en la contradicción de que somos capaces de montar cooperativas para que los pobres se unan y puedan obtener mejores servicios a mejores precios, pero nosotros preferimos mantenernos autónomos y hacer cada uno lo suyo aunque nos resulte más caro. Y, a algunos, Cuando oyen el término unificar servicios o proveedores o empresas casi que se les ponen los pelos de punta. Seguir leyendo Unificar